El proyecto comienza encontrando la esencia del demandante, el cual era el dinamismo de la infancia, y considerando los requisitos de abundante iluminación solar, obsesión por las alturas y diversas vistas. A partir de esto divido la vivienda común, separando en módulos cada una de las habitaciones y distribuyéndolos por el terreno en diferentes niveles, de lo público a lo privado, siendo el dormitorio lo más privado, ubicado en el nivel más alto, esta separación se realiza para crear un recorrido dentro de la casa más movido, y priorizando las vistas hacia el exterior, como lo mencionaba el demandante. Para que la casa se siguiera viviendo como una unidad a pesar de la dispersión, y dinámica, creo una cubierta, como una cinta, continua, fluida y maleable, que conecta y envuelve cada habitación, como si la cubierta formara la espacialidad por debajo. La cubierta se diseña de tal forma para que se pueda habitar, como un segundo recorrido, más privado y elevado del suelo, para obtener diferentes vistas más elevadas de Valparaíso, y con luz solar directa. Los módulos se diseñaron con el mismo lenguaje de la cubierta, para que se viera la continuidad de ambos. Las vistas se intencionaron en cada habitación y se dejaron entradas de luz en la mayoría de los bordes superiores de los muros.