Parque de la Ciencia

  • Estudiantes: Martín Bonnefoy Valdés

En primer lugar, se empezó estudiando cuales eran los componentes estructurantes del polígono asignado, tal de responder coherentemente a las condiciones que están presentes en él. El río Mapocho es probablemente el elemento más pregnante que lo define, negativamente, desde la manera en que es trabajado hoy. Conforma un límite, una barrera que impide el libre flujo entre las comunas al sur y las al norte de él. Como un primer principio, se decide reivindicar la presencia, imagen y vocación del Mapocho en cuanto a corredor biológico de un sistema que atraviesa todo Santiago. Se decide trabajar con una imagen auténtica del lugar, en vez de falsear las verdaderas características del río. Esta condición no se limitó solamente al río, sino que se decide expandir radialmente, como una estrategia. Se tomó en cuenta la enorme deficiencia de áreas verdes y recreativas de las cuatro comunas (particularmente Renca e Independencia), y al juntarse con la oportunidad de a partir de la vegetación nativa, generar un Parque que potenciara la condición de corredor biológico, fomentando la migración de aves. Finalmente, se trabaja con el fuerte rol industrial presente en el polígono. Se considera que la industria, tal como funciona en el lugar, no es compatible con la ciudad, en especial la termoeléctrica. Considerando que ya está planificada ser expulsada a la periferia, se remueve la mayoría de ella para reemplazarla por bloques de vivienda con múltiples usos: comercio en primera planta, oficinas en la segunda, y así hasta vivienda en los de más arriba. Se instala un centro de investigación energética en la antigua termoelétrica, junto a una nueva Estación de Tren que pasa a formar parte del nuevo circuito de metrotren Melipilla-Batuco. Se aprovechan las preexistencias de la termoeléctrica para instalar un parque postindustrial.