El proyecto potencia las características heterogéneas de la manzana y del barrio.

En la manzana, al no tener edificaciones de carácter histórico, ésta puede ser intervenida en su totalidad. El proyecto residencial se complementa con un programa asociado de mercado, lo que le otorga un carácter de espacio público al conjunto residencial, y funciona para sustentar económicamente el programa de vivienda colectiva. Esta disposición programática exige una separación espacial, por lo que el mercado se hunde, con una gran explanada en forma de rampa, en donde el proyecto residencial se eleva para distanciarse.